jueves, 15 de diciembre de 2011

Ritos

Al principio te sentarás un poco lejos de mí, en la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca… Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres ya empezaré a ser feliz. A medida que avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me angustiaré y me sentiré inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Tiene que haber ritos.

El principito.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Y bueno,

Hoy me desperté con el recuerdo de esa vez que estábamos acostados en el sillón, mirando alguna de esas series que quedan en la tele sin que nadie las mire; y mientras me acariciabas el pelo te dije que no te quería volver a perder. Me sonreíste diciéndome que no te ibas a ir a ningún lado, que ibas a estar conmigo, y que no te iba a perder más.
Te sonreí y nos reímos, porque si te perdí esa vez, fue porque así lo quise.
Y esta vez, vos quisiste que te pierda.
Y bueno, supongo que estamos a mano.

lunes, 31 de octubre de 2011

Acostumbramiento

Cada vez me sorprendo más de la capacidad de acostumbramiento que tenemos.
Uno se acostumbra a una persona de una manera en principio sutil, lenta, que se vuelve imperceptible, inconsciente, invisible. Uno se adapta o memoriza sin querer esas pequeñas rutinas que realiza; esos gustos extraños que tiene se nos vuelven normales, esas sonrisas y miradas se nos vuelven predecibles, y sabemos cómo provocarlas.
A veces ese acostumbramiento lleva al hastío, al aburrimiento, a la falta de sorpresas, a la rutina que tanto miedo da y que poco de bueno tiene. Hoy no hablo de eso.
Hablo de acostumbrarse a una persona tanto, que se vuelve parte de uno, o uno se vuelve parte de ella, es indefinible; acostumbrarse hasta que son uno, o dos en uno, o uno en dos, otra vez es indefinible; acostumbrarse hasta que te das cuenta que de verdad, de verdad, dudás si vas a poder seguir igual de bien si esa parte se va con algo tuyo. O si te sacan una parte de vos. Es indefinible, también.
Supongo que estoy en ese proceso de "seguir". Me falta esa parte que te llevaste de mí, y acá hay algo que me falta de vos, que no sé bien qué es, o es todo. Mientras, vos seguiste tanto, tanto, que te veo bien, feliz, contento, completo. Me pregunto a veces si a vos también te faltan cosas, si extrañás mis rutinas, si será que hay algo que sabés que no está y no sabés bien qué es.
Yo sí.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Alguna que otra reflexión

Cuando uno piensa en el amor, siempre surgen imágenes tiernas, bastante cursis, pedazos de poemas, y en general un recuerdo dulce de algún amor de la infancia o la adolescencia.
Hay épocas que se me ocurre que en verdad el amor es una especie de enfermedad psíquica. Porque un enamorado puede llegar a agredir su integridad física y psicológica, o la de su objeto de deseo, o la de cualquier persona, por amor. Porque los sentimientos de angustia, celos, dependencia, admiración, adoración, son mucho mayores para alguien que amamos que para con cualquier persona.
Por amor podemos y podríamos hacer cualquier cosa: mentir, fingir, insultar, pegar, matar. Cualquiera podría en tela de juicio esta afirmación, pero ¿no mentiría cualquiera para defender a un hermano? ¿No dejaría de lado cualquier vida, por importante que pueda ser, para salvar a un hijo? ¿Y qué hay de sano en eso?
Obviamente que el amor no es considerado de esta manera. Sólo es una ocurrencia.
Pero sí hay gente que enferma de amor. Personas que mueren de tristeza luego que sus parejas fallecen, o que se autodestruyen mediante el propio abandono, o incurriendo en el alcoholismo o en la drogadicción después que sucede algo a algún ser amado.
Entonces, ¿hasta dónde es sano el amor?
En una charla, el licenciado Gabriel Rolón dijo algo así como "Generalmente decimos "te amo incondicionalmente", como si fuera algo maravilloso. Significa que amamos sin condiciones. ¿Es maravilloso amar de esta manera? Pensémoslo. Te amo, aunque no me ames. Te amo, aunque no quieras a mis hijos. Te amo, aunque me pegues.". Y tal vez suena exagerado pero las personas dejamos de estudiar, dejamos de ver a algún pariente o a algunos amigos, tal vez dejamos de salir mucho o de hacer cosas que nos gustarían, por amor. No es ninguna privación ilegítima de la libertad, pero ¿esto es sano para nosotros? Porque generalmente, en una relación que uno se entrega por completo y las cosas no resultan, siempre queda un dejo amargo, un "pero si yo dejé todo..", y a veces, hasta un "pero si me perdí y sacrifiqué tantas cosas para que termine todo así..".
¿Será el amor, aunque sea en parte, un tipo de dolencia humana?

martes, 30 de agosto de 2011

Y...

Y en cada parte de mi casa me parece verte, y cada canción refiere a vos, y no me sale ir a buscar otras bocas, y es que sé que en todas vas a estar vos de cualquier manera, y no tengo sueño en el que no aparezcas ni mañana en que no me acuerde de tus cafés, y hasta las canciones que escribo parece que las hubieras cantado antes.
Y es que, como bien dicen Los Piojos, todo lo que me queda tiene que ver con vos.

jueves, 25 de agosto de 2011

Pienso en vos, estés en donde estés

..y un ejército de gente balbuceando su verdad, historias de no correspondidos y de amigos que no están; de al menos encontrar un mail que diga "hola, ¿cómo estás?" . Pienso en vos estés en donde estés.
La gente que habla sola - Attaque 77

jueves, 11 de agosto de 2011

Indiferencia

Creo que una de las peores cosas que podés sentir de otra persona, es indiferencia.
Siempre te lo dije. Prefiero que me putees, que te enojes, que te ofendas; pero que no me hables nunca más de un día para el otro, la sola idea, me daba pánico.
Hoy ya pasó mucho tiempo desde que tomaste esa decisión. Cada uno hace lo que puede con lo que tiene. Pero entenderte no hace que duela menos.
Y todos, todos los días, tienen ese momento en que daría todo por volverte a escuchar.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Tarde

Me gustaría haberte contestado otra cosa, haberte dicho lo mucho que me encantás, haberte devuelto el beso que me diste en vez de esquivarlo. Sentarme, llamarte con cualquier excusa y decirte que me fascinás; que no puedo dejar de pensar en vos, que me preocupo y quiero saber si estás bien, que te extraño, que ya no quiero hacer más de cuenta.
Si tan sólo no fuera tarde.

lunes, 1 de agosto de 2011

Cuestión de piel

No hay nada más lindo que un beso sorpresivo, furtivo, y a la vez esperado, ansiado, anhelado y soñado durante mucho tiempo.

sábado, 30 de julio de 2011

Un tanto incómodo

No me molesta que vivas con tu vieja a los veintitrés, cada uno hace lo que puede, lo que le parece, lo que le conviene, y me parece bárbaro.
Pero enterarme de eso a las diez de la mañana cuando salgo de tu pieza en ropa interior para ir al baño y me la cruzo en el pasillo es, digamos, un tanto incómodo.

lunes, 25 de julio de 2011

El por qué del blog

Con el tema de tratar de respetar, no lastimar, y congeniar con las personas, descubrí que me fui haciendo una forma de ser diferente con cada una de ellas. Puedo ser alegre, triste, callada, charlatana, divertida, aburrida, y muchas cosas más en un solo día, depende lo que requiera la persona y la ocasión.
Me di cuenta que de esa manera era mucho más fácil establecer relaciones y tener amigos, novios, y llevarse bien con los compañeros del trabajo o de la facu. Pero también vi que ya no sabía cuál de todas esas actitudes eran genuinamente mías, y cuáles eran actuaciones para encajar.
Creo que por eso hago este blog, para plasmar todo lo que piense y sienta, sin ver a la persona que está del otro lado, para ver si de esta manera me encuentro tal y como soy.