Hoy me desperté con el recuerdo de esa vez que estábamos acostados en el sillón, mirando alguna de esas series que quedan en la tele sin que nadie las mire; y mientras me acariciabas el pelo te dije que no te quería volver a perder. Me sonreíste diciéndome que no te ibas a ir a ningún lado, que ibas a estar conmigo, y que no te iba a perder más.
Te sonreí y nos reímos, porque si te perdí esa vez, fue porque así lo quise.
Y esta vez, vos quisiste que te pierda.
Y bueno, supongo que estamos a mano.
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